Un proyecto que permite re-pensar en nuevas oportunidades de un espacio flexible con distintos escenarios
AÑO: 2018
SUPERFICIE: 400m²
FOTOGRAFÍA Bicubik
“Re-pensar en nuevas oportunidades de un espacio flexible con distintos escenarios, donde el lugar tiene la voluntad de pasar de un centro gastronómico a un espacio cultural y social bajo una condición de espacio atemporal.”
La esencia del proyecto Gastrópolis Plaza Viva permitió re-pensar en nuevas oportunidades de un espacio flexible con distintos escenarios, donde el lugar tiene la voluntad de transformarse en el tiempo desde su planteamiento base como un espacio gastronómico hasta convertirse en un espacio cultural y social bajo una condición de espacio atemporal.
Se plantea el proyecto bajo dos condiciones: la primera, busca solventar la organización programática y la segunda, propone un acondicionamiento ambiental único de la zona en el que los sentidos y el sonido sean fundamentales para la experiencia del usuario al estar en el proyecto.
Las dos condiciones se generan a través de un elemento central, una estructura modular ligera concebida por una potente cubierta que propone una planta libre donde las actividades que se dan en su interior pueden ser flexibles y variables, que se adapten a la necesidades actuales y futuras de Gastrópolis; que durante el paso del tiempo los usuarios puedan darle usos distintos; se propone una infraestructura versátil que permita la transformación de su uso en el tiempo.
Por estar ubicado en una zona consolidada de la ciudad de Quito adquiere una identidad al convertirse en un espacio abierto para la ciudad, donde los usuarios ven desde la calle lo que está pasando en su interior, en el perímetro de la estructura se encuentran ubicadas cortinas que según el evento que se produzca convierten al objeto en una unidad que permite dar privacidad cuando se requiere.
Se compone de una estructura modular base conformada por 24 módulos idénticos de 2.10m x 2.10m que permite núcleos con distintas actividades y características, generando micro zonas dentro de la cubierta general que rompe con la monotonía de una estructura creada por un módulo repetitivo, además de ser tratado como un lugar abierto hacia el exterior. Estos módulos se pueden ir transformando según las actividades.
Como parte del programa se insertan dos árboles en el interior y pequeñas macetas colgantes que generan un paisaje y clima interior en el que reduce la escala del espacio para que el usuario se sienta cómodo al momento de explorar la propuesta gastronómica del sitio, estos 2 módulos son los núcleos de las instalaciones hidrosanitarias y eléctricas, ya que por aquí baja el agua lluvia de la cubierta y por las columnas que conforman cada módulo pasan las instalaciones eléctricas. Estos dos módulos de 4 columnas cada uno, son la base de la estructura total de la cubierta de 100m2.